PASAJE 865

La naturaleza forma parte de mi trabajo desde el principio.
No es el único tema, pero sí  uno de sus ejes.
Por eso las texturas y la materia son puntos de partida o de llegada en mi fotografía.

Trabajo a partir de elementos encontrados, fragmentos vegetales o minerales, pequeños o grandes, especialmente aquellos que llevan grabado el paso del tiempo. Se trata de construir parajes de ficción a partir de lo cercano y tangible. Se podría hablar también de si la fotografía les aporta una carga de verosimilitud… En cualquier caso, son mundos que surgen de elementos que al ser fotografiados se vuelven intemporales e inabarcables.

Hay planificación; los elementos son recogidos con un propósito determinado y combinados y dispuestos de una cierta manera. Pero en el proceso también interviene el azar. En lo imprevisible del hallazgo, en la vida anterior de esas maderas carcomidas o esos minerales erosionados… Y en la manera de colocarse; por raro que parezca, ellos mismos, en alguna medida, van buscando su sitio...

Me encanta el collage, pero en esta obra es algo más bien marginal. Los personajes y esas otras presencias -algunas de las cuales remiten a mis esculturas- están allí al hacer la foto. Yo creo que añaden interrogantes.  De todos modos, cuando no están, el enigma surge de la soledad del paisaje, que efectivamente tiene un cierto grado de abstracción. Nos encontraríamos en planetas desconocidos, aparentemente deshabitados, que nos invitan a que los recorramos. Como una manera, por qué no, de adentrarnos en esos planetas que somos nosotros mismos…