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Martes a Domingo de 14 a 20 hs.

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Nicolás Ferrando y Pilar Altilio

Mi marido y yo, yo y mi esposa

Nicolás Ferrando

Del 12 de Mayo al 25 de Junio de 2011 - Inaugura: 19hs  - Entrada: libre y gratuita

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Las fotografías se exhiben de dos formas: tanto en el muro como en el libro editado de gran tamaño que permite manipularse.

Esta característica es muy importante pues no todas las parejas serán exhibidas (son 29 en total).

Las fotos se colocan de manera de que puedan verse las parejas en forma contigua. El visitante se transforma tanto en espectador como en usuario.
Como el tema puede prestarse a controversias y abrirse en múltiples interpretaciones, se acompaña la muestra con una charla donde estas cuestiones de la corporalidad en el siglo XXI, los estudios culturales en curso y las motivaciones que inducen al artista a realizar este ensayo fotográfico, queden en un marco conceptual de valor aceptable para el público en general.

 

La charla se titula “La afinidad que resulta de la otredad: diferencia y especificidad” a cargo de Pilar Altilio.

TEXTO CURATORIAL

 
  • Pilar Altilio

Una visión particular sobre los vínculos, el retrato y el cuerpo manipulado.

Este proyecto de Nicolás Ferrando indaga las relaciones familiares desde el cuerpo, pero desnudando literalmente a las parejas quienes, de común acuerdo, se dejan fotografiar en una actitud neutra y de pie ante la cámara, como para un manual de biología. El cuerpo, así retratado, se descubre como un territorio conceptual de lo familiar, pues es corriente hablar de la transferencia simbiótica que se opera en un matrimonio o pareja conviviente.

Este ejercicio que nos propone, esto es: el mirar como testigo, nos lleva a descubrir anomalías, las primeras que saltan a la vista son la de los atributos sexuales. Pero también estamos presenciando cómo el cuerpo, que es una construcción cultural, se muestra como un territorio personal donde el yo se separa del mundo por un contorno de piel que es sin duda vulnerable -y por ello-, opera cada vez más metafóricamente a medida que avanza el siglo XXI.
Es posible construir y deconstruir un cuerpo, y hasta una identidad sexual, mediante una serie de operaciones a las que la ciencia le sigue aportando posibilidades aceptables y accesibles por diferentes vías. Esa es una parte de su propuesta conceptual: la vulnerabilidad de la unidad y las cuestiones intercambiables de algunos atributos físicos.

 

La segunda, y creo más profunda, tiene que ver con lo que la bióloga, filósofa y zoóloga estadounidense Donna Haraway ha definido bajo el término “cyborg”. Acordado profusamente dentro de un manifiesto, tomamos uno de ellos: “el cyborg es una criatura en un mundo post-genérico”. Está  situado del lado de la parcialidad, de la ironía, de la intimidad y de la perversidad. No tiene la estructura de la oposición de lo público y lo privado, sino que pertenece a una polis tecnológica basada en relaciones sociales donde naturaleza y cultura son remodeladas, desafiando las narrativas e ideologías de género, raza y clase social occidentales. El cyborg es materia de ficción transformada por una realidad social vivida en un híbrido de máquina y organismo. Por lo cual, opera dentro del cambio que esta científica propone, dejando atrás la representación para ubicarse en la simulación.

 

Es quizás esto lo que mejor encuadra este ensayo de Ferrando donde, en vez de profundizar la identidad, se enfatiza en cómo la otredad, sus diferencias y especificidad se relacionan por un nuevo concepto: la afinidad electiva. Tanto la que opera en ese vínculo que está explícito ya desde el título, como en la capacidad de modelar intercambios por medios tecnológicos transformando esos cuerpos en otredades tecnológicamente modificadas en una simulación de indudable atracción para nuestra mirada curiosa.

 

Pilar Altilio

 

ARTISTAS PARTICIPANTES

 
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