CENTRAL DE PROYECTOS

...Algo, alguien, invariablemente y en un tiempo que no manejamos, nos hará recordar que traemos adentro la semilla de algo que fuimos y el carozo de algo que seremos.
El misterio no cuenta con la intriga, no le interesa nada que se parezca al miedo.

El misterio de los árboles bosque se asoma en el deseo del día y de la noche de ser celebración perpetua de los vivos. El misterio se devela como el lazo que une la inmanencia y la trascendencia.

El abismo enamora, el vacío atrae, la ausencia se agolpa en un hueco profundo.

¿Que cosas tienen la memoria del mundo?

La lluvia intuye el olor de tierra mojada, la caracola rumorea un mar que siempre estuvo allí donde está, las enredaderas saltan la primera cornisa que se les cruza, y la madera lleva las llagas del árbol incendiado y el aroma ahumado del presente despierta el espíritu de las plumas que moraban en él.

Retorno involuntario, balanceo en espiral, la tierra jala aquello que le pertenece.

“ Yo muero para volver juntando rocío en la flor del laurel”