Su trabajo actual, enrolado en lo conceptual, articula lo artístico con el contexto social, particularmente médico, considerando que el paradigma actual es "la medicalización de la infancia" y de "la vida".
Encarna situaciones conflictivas de nuestra realidad social, que traen aparejado el consumo desenfrenado, con la consiguiente fantasía de juventud eterna, borrándose el dolor y toda huella del tiempo, los cuales serían testimonios de subjetivación.
Su obra es una invitación a meditar sobre hechos y acontecimientos que, aun estando presentes en el imaginario colectivo, han sido anestesiados en la conciencia civil.