Av. Alvear 1640
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Lun a vie de 11 a 20 hs Sáb de 11 a 13.30 hs
Del 30 de Abril al 27 de Mayo de 2015 - Inaugura: 19hs - Entrada: libre y gratuita
Para Luis Felipe Noé
“Coesto chico va a ésere debocante o presbite” chapurreaba premonitora en mi niñez aquella tía mayor viéndome inclinado , con un lápiz en la mano, sobre el hule que cubría la mesa de la cocina en donde colocaba los cuadernos para hacer las tareas de la escuela. No lo sabían, pero tal vez ese era un hecho excepcional para la mirada de una familia de campesinos inmigrantes lejanos a los libros y a la escritura. Perdóneseme que haya caído en la intimidad del recuerdo: mi memoria no me rescata como cura, pero sí creo que casi toda mi vida dibujé. Ahora, después de que aquel niño tanto transcurrió en el tiempo, inserto ya en una alta edad, ¿ sé qué es lo que hago?, ¿puedo afirmar con confiada certeza conocer que cosa es un dibujo?
De modo provisorio digo que un dibujo es la sucesión de puntos construyendo una línea que visualmente monótona o modulada juega a sugerir volúmenes y a la representación de formas.O bien, pudorosa , se abstiene de engañar al ojo respetando la superficie del plano. Logramos efectuarlo con tinta, lápiz, pintura, carbón, etc. encimado en cualquier soporte: una pared, un trozo de papel, una tela, un taco de madera. Incluso se le observa como moda exibicionista tatuado sobre un cuerpo o refugiado por medios mecánicos en la virtualidad de una pantalla. También marcará el dibujo un tizón encendido si lo movemos con rapidez en la oscuridad. Claro que también son dibujos el rastro brillante que dejan las babosas arrastrándose sobre la tierra, y el sendero que construye la huella de los pies en la arena húmeda . Será para el adulto el goce aniñado por el perfil que el dedo marca sobre un cristal empañado.
Es forma que acepta llevar color pero no padece por su orfandad. Hay veces en que con usura se apodera de la totalidad del plano y por el contrario lo vemos convertirse en un solo trazo continuo que lo zonaliza compartimentándolo. Suele ser en su gestualidad la exacerbación expresiva de lo íntimo de quien lo realiza y también el registro descriptivo e impersonal de una realidad exterior.
Es estructura que conlleva el pecado de la propia destrucción. Suele ser, más de lo que debiera, cansada composición académica y sin embargo se entusiasma al percibir su ausencia. Es, insaciable, la razón hambrienta de sentimiento.
Proteico, pareciera el dibujo existir en el campo de la incertidumbre, porque nunca se resignará a solo una definición, inasible a la norma que impone el concepto siempre restrictivo y ordenador. Se exhibirá ante nuestra percepción como la reminiscencia de una respuesta anticipada a la pregunta que alguien se olvidó de formular. Será la supuesta síntesis de unos opuestos que, aunque latentes, no terminarán por fusionarse nunca.
Paradojas que al lenguaje le es imposible resolver. Solamente el acto, la visibilidad de la obra, junto con la introspección, serán lo único capaz de abolir el muro de lo ambiguo sin faltar a la verdad.
Sé que al dibujar el latir de la sangre en mi muñeca no es diferente a lo que sintió aquel homínido ahora remoto al perfilar el contorno de su mano con un carbón o una piedra caliza en alguna pared de roca. Y tampoco será distinto el latido que también palpitará algún día en ese ser aún no concebido ni previsto por sus padres, al trazar porque sí, arbitrario y egoísta, el signo que todavía ninguno de nosotros imagina .
Es la pulsión del dibujo.
A.S. 2015
Nació en la ciudad de Buenos Aires (1942), en donde vive y trabaja. Realizó estudios comerciales en donde aprendió el principio de la “partida doble” propuesta por Luca Pacioli, ( lo que le permitió “ ganarse la vida” durante un tiempo prudencial y necesario).
Cursó las escuelas de arte M.Belgrano y Prilidiano Puerredón. E n esta última fue mucho después profesor titular de dibujo. Reconoce allí como maestro a Aurelio Macchi, de quien dice “le enseñó a temblar”, es decir a adentrarse en la pasión por el indefinible sentimiento de lo que denominamos arte. También a Arturo Irureta por inculcarle el riguroso compromiso con el propio quehacer y en el no dejarse engañar por el espejismo de la presunta habilidad (que es necesaria pero no determinante) que suele tener la mano.
Fue becario del Fondo Nacional de las Artes para tareas de creación literaria.
Fue partícipe de la ahora mítica ( y sobrevalorada) propuesta “ Tucumán Arde”
Participó en diversos salones y muestras colectivas. Pueden mencionarse: Siete dibujantes ( Langone, Meijide, Padawer, Pesce, Ponce, Sapia, Scafati) Museo de Arte Moderno , (1982); II Bienal de la Habana(1986), Premio Chandón, Museo Nacional de Bellas Artes (1994) Dibujantes argentinos en Alemania, Fondo Nacional de las Artes( 1995), Premio a la Creatividad, idem, Recoleta (1998), Siglo XX Argentino, Arte y Cultura, Centro Cultural Recoleta (1999-2000), “Cuidando la línea”(Carmona, Gualdoni, Magyar, Meijide, Sapia ) Museo de Arte Contemporaneo Latinoamericano, La Plata (2004) Premio Argentino a las Artes Visuales, Fundación OSDE (2005), Dibujantes Argentinos en Japón (2007), “20 + 20” ( dibujantes y grabadores) muestra itinerante, Academia Nacional de Bellas Artes (2008/ 2009).
Realizó 30 muestras individuales de las cuales destaca: Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1996), Centro Cultural de la Cooperación (2003), Proyecto “ La línea piensa” ( primer participante), Centro Cultural Borges, (2006), Galería Atica ( 1997-2000-2005-2011), Galería Empatía (2008), Museo Municipal de Artes Visuales, Santa Fe (2008), Museo Arte y Memoria, La Plata (2010), Galería Hoy en el Arte (2012), Galería Rubbers Internacional (2015).
Recibió el Primer Premio del Salón de Rosario ( 1985), Primer Premio( 1981) y luego el Gran Premio de Honor del Salón Nacional(1986), Primer Premio Municipal Salón Manuel Belgrano (1988) Tercer Premio Fundación OSDE (2005), Premio Trabucco, Academia Nacional de Bellas Artes (2009), Premio Konex (2012).
Mayo 2015