La exposición indaga en la renovación y expansión del campo escultórico, la instalación de muro y el objetualismo informe, a partir de una selección de seis artistas argentinas contemporáneas, en diálogo con tres escultoras modernas: Noemí Gerstein, Alicia Penalba y María Juana Heras Velasco.
La letra griega épsilon se utiliza en matemáticas para referir a un pequeño error o desviación de la perfección que uno permite o espera que exista en todo modelo matemático. En geometría, se usa como notación de la excentricidad, parámetro que determina el grado de desviación de una sección cónica con respecto a una circunferencia; mientras que, en óptica, determina la distancia desde cualquier punto de la retina a su centro.
Es así como Épsilon. Abstracciones descentradas repiensa el uso del error y la desviación, así como las posibilidades formales del material en el vacío del espacio que aún hoy perviven en la tradición escultórica.
A partir de formas geométricas, orgánicas o abyectas, texturas rugosas o superficies industriales, composiciones abiertas o cerradas, las obras de Jane Brodie, Elena Dahn, Marcolina Dipierro, Dolores Furtado, Irina Kirchuk y Silvana Lacarra coinciden en un replanteamiento contemporáneo de la relación entre objeto y mundo.
El objetivo de esta exhibición es mostrar a diversas artistas cuyas obras se descentran entre su eje y su expansión hacia la sala, así como discutir un medio escultórico que hace décadas ha abandonado la especificidad de su medio para abrirse hacia el hiperbólico campo de las artes contemporáneas.