Una cuidada selección de obras que reúne las técnicas del arte del grabado con textos simbólicos y personajes, generando como resultado una estética que se puede disfrutar a través de la palabra escrita y sus diversas interpretaciones.
El aspecto morfológico de la obra se caracteriza por sus grandes papeles, que se funden en un juego de diferentes tipografías y frases que completan el sentido semántico de la obra. La figuración y las palabras cobran fuerza en los grandes planos de color, mientras que los espacios blancos son habitados por las texturas del gofrado.
La propuesta de Mariana se sostiene en la mirada permanente que tiene no sólo como comunicadora visual sino, con su forma de posesionarse en el mundo, en lo habitual, en su rol docente.