Siempre a la búsqueda de un lenguaje pictórico más sólido al mismo tiempo que fluído.
Figuras solitarias abandonadas a la contemplación en paisajes oníricos, conviven con otras pinturas donde prima el humor y la ironía, y reivindica el dibujo como un medio en si mismo a la par de la pintura.
Desdeña los encasillamientos, convencido de que en esto más que en ninguna otra actividad “una imagen vale más que mil palabras”
Su producción ha sido comprada por personas con diferentes acercamientos al arte.
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