La nueva serie que Alejandra Repetto Escardó presenta por primera vez en el Museo de Municipal de Bellas Artes de Tandil (MUMBAT) es un juego visual profundamente metafísico sumado a una sencilla inocencia: la de mirar sin preconceptos.
En sus pinturas recorre verdades ancestrales que manifiesta en el plano con la dinámica del caleidoscopio y el encadenamiento del dominó. La sabiduría del Kybalión parece leerse en sus cuadros, que no son uno sino secuencias sin punto final, abiertas y en crecimiento: «Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra». En sus polípticos el orden de las telas no es fijo. Encajan en distintas configuraciones, alentando el movimiento. Las posibilidades de las obras se multiplican, iguales a sí mismas pero infinitamente cambiantes.
«Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación». Aparecen y desaparecen los rombos. La línea busca la luz en una retícula compositiva. La línea se convierte en planos oblicuos, dinámicos, con juego de complementarios en el tratamiento del color. Sus colores adquieren experiencia. Están madurados. Los planos mutan para articularse en una geometría informal y expresiva. Comienza, pronto, ese juego con pares de opuestos: concreto-informal, verde-rojo, azul-naranja, violeta-amarillo, línea-plano, orden-desorden, vacío-lleno.
«Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse». Repetto sigue una necesidad lúdica, apasionada y libre. Se aventura en su deseo. Asume sus desafíos plásticos y rompe estructuras. En esta sucesión de contrapuntos se evidencia una unidad, cambiante, dinámica, diversa. Abierta a las infinitas posibilidades del universo.
María Paula Zacharías
Noviembre de 2015