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México 459. CABA [mapa]
Lun a Vie de 14 a 20 hs.

Bizarra, el Museo del Rayo

Carlos Masoch Marcelo Bordese Miguel Ronsino

Del 07 de Octubre al 26 de Noviembre de 2010  - Entrada: libre y gratuita

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Inaugura jueves 7 a las 19 hs.

Bizarra porque está erguida en la propuesta de sus imágenes que no buscan sino inquietar y traspasar las fronteras de la primer mirada que suele ser rápida y superficial. De golpe y sin aviso nos lleva a ultratumba, a lidiar en los siete círculos infernales circulándolos por tres caminos alternativos que conducen a los mismos sitios de misterio, metáfora, ironía y poesía compleja. Una poética que hay que digerir para lograr saborear. No es una muestra para pasar de largo tomando champagne y “divertirse”, es una propuesta para sumergirse y bucear con tanque de oxígeno en la espalda.

Marcelo Bordese, fiel a si mismo y a su mundo personalísimo, nos lleva a la evidente belleza de la monstruosidad, recorremos con él espacios de claroscuro existencial y mental, lindando locura, misterio, mística, sadomasoquismo y pornografía religiosa. Pero en Bordese a la vez, nada es todo lo anterior, su obra es solo Bordesiana, una marca que no es un estilo ligado a un tipo de imagen determinada, sino a un camino que es búsqueda de quien ha optado por los abismos y los contrafrentes, las sombras y las medias luces, la incertidumbre y la fantasía más absoluta. Ante las obras de Bordese se ponen en crisis las certezas de lo que creemos es belleza, pintura del presente y arte. Eso es lo maravilloso, la crisis.

Carlos Masoch presenta una serie de obras de pequeño y mediano formato que se van señalando mutuamente, empezando en el único autorretrato inicial que nos marca un posible recorrido y, al estilo de ciertas pinturas renacentistas donde las direcciones de la composición guian la mirada del espectador en un juego que va de la vista de un niño a la mirada de la madre santa, del dedo rector de otro personaje al corazón de un tercero, las obras de Carlos Masoch nos van llevando en círculos concéntricos a distintos niveles de preguntas, de metáforas, de chistes, de guiños, donde cada uno señala al otro y los demás señalan al uno. La urdimbre está armada y es bizarra.

Masoch también es un inclasificable, se nos escapa y eso sucede en los pintores auténticos: ahí está la vitalidad de una obra y una de las claves para responder a la pregunta ¿acá hay arte? Si se escapa, hay arte, si la podemos agarrar, dudamos si lo es. Metáfora y misterio al decir heideggeriano.

Miguel Ronsino presenta otro pliegue de esta bizarreidad que entre los tres artistas han decidido complotar: su universo vecino y dialogante con el de Bordese y Masoch tiene muchos puntos de dónde partir y a dónde dirigirse. La suya es la estética del laberinto, hecha para perderse en la esquizofrenia aparente de sus múltiples personalidades plásticas, nos acostumbra a ir por un sitio y de repente encontramos que caemos en otros, somos Alicia en el país de las maravillas de Ronsino. Alicia siempre atrae porque produce angustia, ese clavo irritante instalado en el plexo solar, excita siempre su aparente incoherencia, su misterio desesperante. Es el desconcierto que inquieta y atrae en la infantil comprensión del mundo humano, aquel mundo que es el realmente real, el interno, el misterioso, el nunca acabado en su comprensión. Alicia siempre es la que lleva a recordar aquello de que no sabemos casi nada de la mente y su funcionamiento. Y hoy aquí Ronsino/Alicia es eso: un conejo paseador que nos lleva corriendo tras pájaros misteriosos a paisajes bucólicos en atardeceres rojos en el planeta Marte, que a la vuelta de la esquina y de repente se pueblan de rostros con frases que surgen de sus bocas y manos que revientan bajo clavos salvadores. Se sale, Ronsino siempre se sale, no sabemos en qué estante ponerlo, tiene la libertad de pasearse sobrevolando toda la historia del arte, tamizar su postre con el mejor kitsch, arrumar la obra hasta hacerla hervir y proponer una comida espesa, cálida, alimenticia de sabores fuertes que no son gourmet sino más bien del tipo de los que producen los magos, las brujas, los alquimistas, los hueseros, espiritistas, santos y curanderos.

ARTISTAS PARTICIPANTES

 
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