Brian Eno
Nacido en Woodbridge, Gran Bretaña, en 1948, Brian Eno es reconocido como uno de los músicos, productores y artistas visuales más creativos de las últimas décadas. Egresado de Bellas Artes en 1969, su labor se expresa inicialmente en pintura y escultura, y luego se centra en la experimentación del sonido a través de nuevos medios técnicos de grabación.
En la Escuela de Arte de Ipswich forjó su idea de crear música “estática como la pintura” y “pintura que fluya como la música”. Desde sus comienzos, en los años 70, como integrante del grupo de glam rock Roxy Music, destacó con un talento extraordinario, y su obra está indisolublemente ligada a un género: el ambient, un término y un concepto creados por él. La música ambient se concibe en varias capas y está elaborada como “arquitectura sónica” que define el espacio que habita. El ambient posibilita diferentes niveles de escucha, según los diferentes elementos sonoros que aparecen con cada nueva audición, en función del ruido ambiental circundante y del estado de ánimo del oyente.
Aunque la idea de background music ya existía, Brian Eno abrazó las ideas de la “música de mobiliario” de Eric Satie (1917), asociadas al minimalismo y al “exotismo”, y las popularizó con el empleo de samplers, cambios de fase y otras novedades tecnológicas. Su álbum Music for Airports (Ambient 1) se considera la piedra fundacional del género y, junto con trabajos como The plateaux of mirror (Ambient 2), Day of Radiance (Ambient 3) y On Land (Ambient 4), inspiraron a nuevas generaciones de músicos.
Artista integral -estrella de la canción, productor y músico experimental- Brian Eno colaboró como productor, con su mirada novedosa y liberadora, con algunos de los más grandes talentos del pop del siglo XX. Trabajó con David Bowie en la famosa "Trilogía de Berlín" -integrada por los discos Low, Heroes y Lodger- y en el álbum Outside. Compuso con Robert Fripp y David Byrne. Produjo discos de John Cale, Laurie Anderson, Talking Heads, Toto, Coldplay, Passengers, Sinead O' Connor, Paul Simon y U2 (con aportes decisivos en discos como The Unforgettable Fire, The Joshua Tree, Achtung Baby y Zooropa).
En el campo de las artes visuales, los avances tecnológicos permiten a Eno desplegar aquella idea de las “pinturas que fluyen como música”. Su obra se concentra en las posibilidades de la luz, reutilizando monitores y pantallas como lienzos para sus obras y reinterpretando lugares y situaciones de la vida cotidiana. Sus instalaciones de sonido e imagen han redefinido espacios arquitectónicos emblemáticos de capitales del mundo desde finales de los años 70.
Desde sus primeros trabajos, Mistaken Memories of Medieval Manhattan (1981) y Thursday Afternoon (1984), en los cuales trabajó el paisaje urbano neoyorquino o la idea del movimiento de una modelo, hasta 77 Million Paintings, proyectado en las velas de la Ópera de Sydney, o su último Ambient Light Works, las instalaciones de Eno renovaron el concepto de arte visual en relación con la música y la tecnología.
Desde 1999 realiza “instalaciones ambientales”, que combinan música generativa (creada por herramientas tecnológicas) y objetos elegidos por su presencia expresiva (arena, piedras y esculturas lumínicas) que se complementan con proyecciones visuales. Se trata de espectáculos de “música en varias dimensiones” o “música para los sentidos”, mundos sin limitaciones narrativas, combinaciones fugaces e irrepetibles que obligan a una serena contemplación.
Brian Eno vive en Londres y exhibe sus obras en todo el mundo: de Tokio a Ciudad del Cabo, de Nueva York a Madrid, con exhibiciones permanentes en Austria y en Gran Bretaña.